El cordaje es el corazón de cualquier raqueta de tenis, y uno de los factores más importantes para mejorar tu juego en la pista.
Por este motivo, no sólo basta con escoger la raqueta perfecta, sino también elegir un encordado adecuado que mejore su rendimiento y se adapte como un guante a tu nivel y estilo de juego. Porque sí, lo has adivinado: en tenis existen varios tipos de cordaje diferentes con sus ventajas y desventajas propias.
Pero que no te mareen. Puesto que en este artículo te contamos todo lo que necesitas acerca del cordaje de las raquetas de tenis, además de qué debes tener en cuenta a la hora de escoger el más adecuado para ti.
¡Vamos allá!
Tipos de cordaje según su material
Lo primero que debes saber es que existen diversos materiales para elaborar el cordaje de las raquetas de tenis y cada cuál posee unas cualidades propias.
Vamos a verlos.
Cuerdas de tripa natural
Estas cuerdas están fabricadas usando tripa animal natural (principalmente de vacuno), y son las que ofrecen la mejor sensación de juego.
Se caracterizan por ser muy elásticas y darle a las bolas una muy buena aceleración y velocidad de giro. Además, absorben muy bien las vibraciones, por lo que son una opción muy interesante para aquellos jugadores y jugadoras con problemas en los brazos.
Sin embargo, las cuerdas naturales del intestino son bastante sensibles a las condiciones climáticas y se desgastan relativamente rápido. Su complejo proceso de producción, además, también hace que este tipo de cordaje resulte bastante caro.
Cuerdas sintéticas
Tras pasar por las cuerdas naturales, ahora les toca el turno a los cordajes sintéticos que, como habrás adivinado, son aquellos fabricados con diversos materiales artificiales:
Cuerdas de nylon:
El nylon es el material más utilizado para fabricar cuerdas de raqueta, y más de la mitad de los jugadores de tenis eligen este tipo de cordaje. ¿Por qué? Porque resulta una opción fiable y muy económica.
Estas cuerdas están constituidas por un núcleo de nylon de una sola fibra, rodeado a su vez por varias fibras individuales y una capa protectora.
Los beneficios de este tipo de cordaje son muchos, destacando su bajo precio, la buena sensación de confort que ofrecen al jugar y una excelente durabilidad.
Una opción muy, muy recomendable.
Cuerdas de poliéster
Las cuerdas fabricadas con poliéster están hechas con un solo filamento, por lo que poseen una larga vida útil y una buena relación calidad-precio.
El poliéster es un material rígido, lo cual da lugar a una aceleración de la bola relativamente reducida y un mayor impacto de choque.
Al elegir este tipo de cordaje, deberás ser tú el que imprima toda la fuerza al dar aceleración a la bola, por lo que únicamente resultan recomendables para jugadores avanzados.
Cuerdas de kevlar
Las cuerdas de kevlar son aún más rígidas que las de poliéster y forman una cama de cuerdas muy dura.
Este tipo de cordaje sólo resulta recomendable para jugadores muy experimentados, ya que debido a la escasa flexibilidad del material, brazos y muñecas estarán sometidos a una gran tensión al dar cada golpe.
Por esta razón, es el jugador el que debe imprimir toda la fuerza a la hora de golpear, dando como resultado una escasa comodidad de juego y haciendo el kevlar una opción de cordaje únicamente recomendable para jugadores expertos.
Cuerdas multifilamento
Las cuerdas multifilamento están configuradas por cientos de fibras individuales (filamentos) ensambladas en una sola hebra y cubierta por una capa protectora.
Este tipo de cordaje ofrece unas sensaciones muy similares a las cuerdas de tripa natural, pero a un precio bastante más asequible: comodidad de juego, buena aceleración de la bola, y sensación suave en las muñecas y en los brazos a la hora de golpear.
Diámetro de cordaje
Las cuerdas de tenis suelen estar disponibles en diámetros que oscilan entre 1,0 y 1,5 milímetros, y la gran mayoría de cordajes cuentan con 1,2 o 1,3 milímetros de diámetro.
Cualquiera de estos 2 tamaños es adecuado para la gran mayoría de jugadores y las raquetas que los incorporan alcanzan un confort y durabilidad equilibrados.
Sin embargo, puedes adaptar el grosor del cordaje según tus necesidades: ¿Quieres que la raqueta sea un poco más cómoda? Usa cuerdas más delgadas. ¿No te importa tanto el confort y quieres un cordaje realmente resistente y duradero? Pues lo tuyo son las cuerdas un poco más gruesas.
Dureza de cordaje
La dureza del encordado es lo que determina lo apretadas que están las cuerdas en la raqueta, distinguiendo principalmente entre el encordado suave y el duro.
Esta dureza se mide en kilogramos, y tiene un efecto directo en el rendimiento de la raqueta. Aunque por lo general, los distintos fabricantes coinciden en que la dureza del encordado ideal oscila entre los 21 kg y 25 kg.
Un encordado suave es el que cuya dureza se sitúa por debajo de 25 kg. Con esta configuración, el efecto trampolín será más alto, por lo que se consigue una aceleración y un giro de pelota mayor.
sin embargo, esto reduce el control y la precisión de los golpes.
Por otro lado, con un encordado duro (por encima de los 25 kg.) conseguirás un mayor control en detrimento de un efecto trampolín más bajo, por lo que deberás golpear la bola con más fuerza para compensar.
Cuando cambiar el cordaje
Las cuerdas de la raqueta deben cambiarse, obviamente, cuando se rompen.
Sin embargo, también es aconsejable poner cuerdas nuevas cuando éstas pierden tensión, ya que esto reduce el control de la pelota y la comodidad de juego.
¿Pero cómo saber si la tensión no es adecuada? Fácil: Escucha el sonido que emite la raqueta al golpear la bola. Si esta emite un sonido alto, todo está bien, peor si por el contrario este sonido es bajo y apagado, es necesario cambiar el cordaje.
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Y con esto, hemos llegado al final del artículo.
Esperamos que toda esta información te haya resultado amena y útil para mejorar tu juego al saltar a la pista de tenis.
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